domingo, 12 de mayo de 2019

Esto va de no comer porquerías

Más claro no lo podemos decir, no queremos comer tantos alimentos ultrapocesados, tanto azúcar escondido o grasas de mala calidad.

Pero lo hacemos...

Unos por ignorancia, otros porque nos engancha, otros porque está riquísimo y la mayoría porque es lo más fácil y lo más barato a la hora de llenarte la tripa. Y además tiene buen sabor.

Este jueves tuve la "gran idea" de salir a dar una vuelta en una hora libre del trabajo. Era cerca de la una del mediodía, había desayunado 4 cucharadas de avena en un vaso de bebida del mismo cereal (mezclado desde la tarde anterior para que la avena se hinche), con unas 8-10 almendras crudas y 6-8 pasas. Hasta ahí bien, pero de las 8 a las 13 solo había tomado una infusión y mi cerebro buscaba algo dulce. ¡¡¡Por favor, algo dulce!!! Es como tener el mono, oiga. Pensé las siguientes dos opciones:

A.- Comprar unos higos secos y unas nueces en el mercado. Uno de los mayores placeres para mis papilas gustativas es meter media nuez en el higo partido por la mitad y aaaaaaaaahhhh, qué rico, mordisco tras mordisco, saborear el higo seco con la nuez. Suelo comer unos cuatro higos con dos nueces de esta manera. 

B.- Ir al súper y comprar cruasanes, galletas o lo que más me llame la atención. Claro, nada más entrar no encuentras fruta, pollo o leche, nooooooo señores, no, nada más entrar encuentras el horno  con suculentas pastas, donuts, y algo de pan y tres pasillos con lo siguiente: galletas, chocolate, y galletas con chocolate.

¿Qué es lo que hice?

Cagarla y meterme en el súper, comprar una bolsa de cruasanitos de chocolate casi recién sacados del horno eléctrico (más de un cuarto de quilo), ir al trabajo y, sola en el despacho, despaché (valga la redundancia) los crusanes mientras escuchaba música en el portátil.

¡Y me quedé tan relajada! Porque señoras y señores, a mí comer me atonta, me adormece y me relaja. Con la tripita llena, como los bebés, seguí trabajando hasta que fueron las 14:35 y para casa donde comí una buena ensalada, un bistec de ternera con pimientos del padrón y fresas.

Muchos días hago algún tipo de extras como los cruasanes, no siempre es tanta cantidad, pero todo eso suma quilos y suma que mi obesidad sea cada día más sólida y establecida.

Ojalá las próximas veces escoja los higos con nueces, ojalá. Y no me digáis que engordan, por el amor de dios, no me digáis que engordan porque os como a vosotros sin pan ni nada.

ESTO VA DE NO COMER PORQUERÍAS

Hasta la próxima. 

Gatxan

3 comentarios:

  1. Te comprendo tanto... Me acabo de acordar de una imagen de Julio Basulto " Si no lo quieres comer, ¡,no te lo compres!"
    ¿Cómo hacemos para cambiar el chip? ¡Hay que trabajarlo!

    Un abrazo bonita

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  2. Ve con los higos desde casa! Frutos secos. Todo racionado, un puñadito

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  3. Además de higos, como tentenpiés saludables hay uvas pasas, arándanos (frescos o secos), una zanahoria pelada, un té u otras infusiones...
    a malas, venden unos crackers de centeno en Mercadona que están buenísimos con un trocito de salmón ahumado o de jamón de york.

    Al final fui a una dietista como dios manda. Hace dos meses. He bajado 2'8 kilos. POR AHORA.

    Estoy en camino.

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